Cada vez que escuchaba me encuentro sola.
Cada vez que leía nadie me entiende.
Cada vez que veía en prensa otra mujer asesinada.
Cada vez que cerraba los ojos y se abalanzaban a mi mente todas esas ideas por ayudarlas.
Sí, soñé con Phenjalipen.
Un lugar sin juicios ni miradas extrañas.
Un espacio virtual donde el anonimato las protegía.
Un torbellino de aprendizaje vital.
Un paraíso de libertad.
Sí, hice realidad Phenjalipen.
Porque ya sé para qué estudié psicología.
Porque hacer las maletas recién licenciada fue un acierto.
Porque estudiar aquello lejos de casa fue el inicio de un sueño.
Porque sé que esto ayudará a cambiar su camino hacia la libertad.
Si quieres saber más, te esperamos en Instagram.
Si eres una mujer víctima de violencia y te sientes sola, escríbeme.
Si eres psicólogx especialista en violencia y quieres saber más de este proyecto, te estamos esperando.
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